El
primer post del año va dedicado a esta obra, que todos deberíamos
leer una vez en la vida. Tenía pendiente publicar la reseña desde
hace bastante tiempo, seguramente muchos de vosotros la conozcáis.
Este es uno de los incontables testimonios que nos ha dejado la
segunda guerra mundial. La verdad es que para ser un diario escrito
por una chica de trece años, me ha calado muy hondo. Descubrir esos
tiempos tan duros desde los ojos de Ana, me ha hecho reflexionar
bastante. Vais a ver cómo era el día a día de una familia de
judíos y como tuvieron que permanecer ocultos de la Gestapo en una casa. Cuando lo
leías vais encontraros con una narración sencilla y natural, si la
vida hubiera sido de otra manera estoy seguro de que su autora habría
conseguido grandes metas en el mundo de la literatura. Lo que más me
ha hecho pensar ha sido lo poco que valoramos muchas cosas tan
simples que las damos por obvias en nuestra rutina diaria (ya sabéis
lo profundo que puedo ser a veces). Cosas que hoy damos por
sentamos, como puede ser la comida o hasta las relaciones con las
personas de nuestro entorno. Este tipo de testimonios nos ayudan a
abrir los ojos y tener mucha perspectiva, solo por eso ya merece leer
las vivencias de Ana Frank, además es una lectura que recomendaría
para todo tipo de personas.
Sinopsis: Oculta
con su familia y otra familia judía (los Van Daan), en una
buhardilla de unos almacenes de Ámsterdam durante la ocupación nazi
de Holanda. Ana Frank con trece años, cuenta en su diario, al que
llamó «Kitty», la vida del grupo. Ayudados por varios empleados de
la oficina, permanecieron durante más de dos años en el achterhuis
(conocido como «el anexo secreto») hasta que, finalmente, fueron
delatados y detenidos. Ana escribió un diario entre el 12 de junio
de 1942 y el 1 de agosto de 1944. El 4 de agosto de 1944, unos
vecinos (se desconocen los nombres) delatan a los ocho escondidos en
"la casa de atrás".
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