Tercer Capítulo: La
rigidez mental
Indicaciones: 1-
Preguntar a alguien de confianza en que punto nos mostramos rígidos.
2- Hablar y actuar respecto a ese sentimiento. 3- Ser flexibles y
abiertos, escuchando a personas con ideas diferentes a las nuestras,
e intentar pasar tiempo con ellas. 4- Todos los días practicar una
actividad que nos guste y nos haga sentir bien.
En mi caso soy una
persona rígida en cuanto se refiere a salirme de mi entorno, lo que
por muchos es conocido como la zona de confort. Tal vez debido a mi
carácter introvertido me siento más cómodo en la rutina, y en los
lugares que conozco. Seguir algunas pautas me ha costado demasiado,
no tengo problemas a la hora de escuchar opiniones que difieren a las
mías, en ese sentido soy más abierto; pero aunque pueda entenderlo
me cuesta bastante simpatizar y aunque sea de manera inconsciente me
acabo cerrando en mi mismo. Por eso puede que acaba dando la
sensación de ser un poco frío o soso. En verdad es que necesito
coger confianza. Es algo que tengo que esforzarme más en trabajar.
La indicación cuatro es la que mejor se me da, casi a diario suelo
practicar alguna actividad que haga que mi tiempo pase volando: como
por ejemplo la lectura. Este tipo de actividades son una gran fuente
inspiración que me ayudan a mantener las pilas cargadas y a
despejarme. Parece que no tenga mucho que ver con el resto de
indicaciones, pero ayuda bastante, para no solo centrarnos en las
situaciones que nos incomodan.
Durante la siguiente
semana seguiré un régimen bajo en comparaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario