martes, 23 de abril de 2019

El fénix que hay en ti

Duele rememorar un pasado enaltecido por una falsa ilusión de alegría. Un pasado en el que todo parecía mejor: el amor, la familia, el trabajo, los deseos... ¿Por qué cuando echamos la vista atrás todo parece mejor? ¿Por qué el presente nunca es suficiente? El entorno que nos rodea parece estar en nuestra contra. El ruido y el caos se apoderan de nuestras mentes, hasta el punto de hacernos creer que eso es lo único que hay y que cualquier tiempo anterior era mil veces mejor que lo vivido en el ahora. La rutina se apodera de los hilos que nos mueven como marionetas a merced de un viento caprichoso que se agita al son de un destino delirante y viciado.

Conozco muy bien el sabor de la amarga derrota y el desgarramiento de la pérdida; la sangre que  brota de las heridas sin cerrar. Sentimientos que abruman y te quiebran como un espejo que solo refleja oscuridad. Es fácil quedarse quieto e inmóvil ante la impotencia. El miedo se convierte en una promesa que frenará el torbellino, cualquier sumisión es mejor que la acción, no vaya a ser que las cosas empeoren al mover las fichas en este tablero que llamamos vida.

¿Qué hacer cuando nos perdemos en el país de las tinieblas? ¿Cómo respirar en el océano tenebroso? Te dirán busca la felicidad... ¿Y si la felicidad es una mera pantalla en blanco? No hay nada, nunca ha habido nada, solo el infinito vacío.

Cuando lo des todo por perdido... extiende tus alas y arde.  Que el fuego surja de tus entrañas, que convierta en cenizas las pesadillas. Recuerda la fuerza que late en tu alma. El fénix que aguarda con paciencia a que lo despiertes. Que las llamas de la alquimia transformen las penas en oportunidades, que el viento de la tempestad avive las brasas hasta desvanecer todo resquicio del espejismo. Entonces será cuando renazcas y comprendas que ni el pasado, ni el presente y tampoco el futuro, te pueden dominar. 

Y si la felicidad es una pantalla en blanco, entonces proyecta en ella tus colores, con tus sombras y tus luces, dibuja el más hermoso de los paisajes con cada uno de tus matices. No será un mundo de mentiras, será tu santuario, el paraíso donde tu fénix vuele en libertad.