Normalmente
me suelo sentir muy empatizado con los animales, por eso la historia
de Hachiko me impacto desde el día en que la conocí. Creo que tenia
unos trece o catorce años cuando descubrí esta historia gracias a
un librito que trataba sobre perros. Os haré un pequeño resumen de
la historia por si no la conocéis. Hachiko era un perro japones, que
siempre esperaba en la estación a que su dueño volviera de su
trabajo. Un día el dueño falleció mientras estaba en el trabajo, y
Hachiko como no le vio volver siguió esperándole. Creo que estuvo
diez años esperándole hasta que el pobre animal murió. Este tipo
de historias demuestra la lealtad que tienen los animales, pienso que
los humanos tenemos que aprender mucho de ellos. En la estación de
Shibuya hay una estatua de Hachiko, ojala algún día pueda ir a
verla. En el planeta hay miles de historias parecidas a esta,
historias que se conocen, y seguramente historias que no conocemos.
Se que habrá gente insensible a estas cosas y diga que los animales
no tienen emociones, pero estas historias nos demuestran que los
animales sienten igual o más las emociones que los humanos. Os
recomiendo dos películas sobre Hachiko. Una japonesa (Hachiko
Monogatari), y otra americana (Siempre a tu lado Hachiko) que
seguramente conozcáis porque fue interpretada por Richard Gere.
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