Este
verano esta siendo muy productivo en cuanto a salud y a actividades,
nada que ver con el anterior verano. Al pensar menos kilos tengo
muchas más energía y ganas de hacer cosas, el año pasado que fue
cuando comence mis hábitos saludables, era cuando empezaba a atisbar
todos estos beneficios. Me alegro mucho de haber elegido el buen
camino porque todos los esfuerzos han merecido la pena.
El
mes pasado fue mi cumpleaños, y como fue un día especial, ese día
pude comer sin seguir la dieta. Me parece interesante hablar de ese
día, porque aparte de que me puse las botas (aunque nada comparado
con la mala manera de comer de antes), noté como mi cuerpo
reaccionaba de manera distinta a la comida, y ademas pude disfrutar
más de la comida, ya que intentaba apreciarla y masticarla
correctamente. Aunque hubiese querido comer más de la cuenta mi
estomago se llenaba enseguida, y lo que antes para mi era poco, ahora
era mas que suficiente.
También
voy mucho a bañarme a la playa y he notado mucha diferencia
comparado con anteriormente, yo pesase lo que pesase siempre me ha
gustado ir a la playa por muchos complejos que tuviera, el mar me
llamaba más. Se agradece poder ir a la playa sin que la gente te
mire, te señale, o digan comentarios groseros. Si tenéis muchos
complejos por vuestro físico pasar de toda esa gente (que seguro que
ellos también tienen sus complejos), y divertíos. Como suelen decir
lo que opinen los demás esta de más. Lo importante es valorarnos a
nosotros mismos.
También
he podido hacerme con un libro de Francesc Miralles titulado La Dieta
Espiritual, se trata de un ensayo que según su autor es una obra
para leer poco a poco, y habla de la influencia de los malos hábitos
mentales y de como influyen en nuestro peso. Cuando haya leído esta
obra ya os contaré mi opinión.
Esto
es todo por ahora ya cada vez me va quedando menos para llegar a la
etapa de mantenimiento. Saludos =)
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