Sinopsis:
Un nuevo cuento de hadas protagonizado por un personaje
tradicionalmente secundario; el hada madrina. Una novela ambientada
en un mundo de fantasía, que evoca a los cuentos clásicos de
siempre, pero al mismo tiempo plantea un ahistoria diferente repleta
de magia, aventuras e intrigas. Camelia es un hada que lleva
trescientos años ayudando con gran eficacia a jóvenes doncellas y
aspirantes a héroe para que alcancen sus propios finales felices. Su
magia y su ingenio nunca le han fallado, pero todo empieza a
complicarse cuando le encomiendan a Simón, un mozo de cuadra que
necesita su ayuda desesperadamente. Camelia ha solucionado casos más
difíciles; pero, por algún motivo, con Simón las cosas comienzan a
torcerse de forma inexplicable
Laura nos vuelve a
sorprender con una gran novela, que brilla tanto o más que los
cuentos tradicionales en los que se ha inspirado, y donde
encontraremos muchos guiños. Un dato curioso es que este libro no
tiene catorce capítulo, si no muchísimos más y además cortitos,
lo que contrasta con el gran número de páginas. Personalmente me ha
gustado que fuera de esta manera, la lectura se ha hecho muy ágil,
siempre acaba leyendo más capítulos de los que tenía previsto. La
historia, la ambientación y los personajes son una pasada. He
disfrutado muchísimo del carisma de la protagonista y de su amigo
Ren. Igualmente creo que es de las novelas de Laura, que me ha hecho
sufrir bastante por sus personajes, especialmente el giro que pega la
trama y por no mencionar el increíble e inesperado final. Que en un
principio me había dejado un poco desconcertado, pero luego he ido
aceptándolo; y me ha parecido el más apropiado. Recomiendo esta
historia para todo el mundo, especialmente para los fans de Laura.
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